En América L. la utilización de la prueba de ADN era hasta hace pocos años, raramente utilizada en delitos de violación, dado que no había sido muy difundida hasta el día de hoy en el campo del derecho penal. Es por ello que en los últimos años, dado sus altos niveles de exactitud, este tipo de prueba ha provocado resultados sorprendentes a la hora de dictar sentencia. La prueba de ADN se ha convertido en un puente entre el pensamiento jurídico y científico. Considerada pues, una prueba biológica infalible, para la identificación de un imputado o la liberación de un inocente.

En lo sucesivo, la ciencia forense ya forma parte integral de la tecnología científica, ya que permite gracias a una serie de procedimientos contribuir de manera activa y fiable al desarrollo de las tareas propias de la administración de justicia, ya no sólo para facilitar la identificación de personas, sino también para obtener el máximo de información a partir de cualquier tipo de evidencias, por muy pequeñas que estas sean, dando por consecuente a la prueba del ácido desoxirribonucleico (ADN) un lugar privilegiado, en el desarrollo de cualquier tipo de caso judicial, ya sea civil o penal.

Actualmente, la principal técnica utilizada para el esclarecimiento de investigaciones criminales, como por ejemplo en los casos, ya citado anteriormente, de delitos de violación es la prueba del ADN. Prueba que no difiere entre clases sociales, considerada la huella genética de cada individuo, única, exclusiva y especifica a cada uno. Esta prueba permite, gracias al desarrollo de la tecnología científica, dar resultados sumamente fiables y exactos del ADN analizado, ya sea en muestras de sangre, semen, saliva, cabellos, restos biológicos, etc., contribuyendo de manera activa a la resolución de la investigación, y no dejando posibilidad alguna al juez de rechazar la información extraída de dichas muestras. Permitiendo al igual, a dicho juez, gracias a veracidad de las pruebas forenses no admitir cuestionamiento alguno sobre la sana crítica, que es la operación intelectual realizada por el juez y destinada a la correcta apreciación del resultado de las pruebas judiciales, realizada con sinceridad y buena fe.

La prueba de ADN se ha convertido en el asociado, más fiable e imprescindible para la justicia en cualquier caso que tenga que ver con muestras biológicas, garantizando y obteniendo una precisión sin igual en la resolución de los casos hoy por hoy y sin dar generalmente, lugar a dudas posibles.

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